Ya pasaron tres días desde que Priscila Paz, la joven madre de 27 años oriunda de San Pablo, fue vista por última vez. La fiscala María del Carmen Reuter ha tomado varias medidas para tratar de dar con ella, pero hasta el momento no dieron resultados positivos.
El sábado a la noche salió de su casa para ir a un hotel alojamiento de El Manantial donde trabaja como mucama. Su turno finalizó a las 7 y la recepcionista la vio cuando se fue a la parada a esperar el colectivo. En San Pablo, su padre la esperaba, pero nunca llegó.
Más de 80 policías y cuatro perros rastreadores buscaron durante todo el día a Priscila. “El rastrillaje se extendió desde la parte del ingreso a San Pablo hasta todas las fincas de limones, las de caña que están a continuación y un sector de la zona que le llaman el bajo, que es la parte del fondo, donde hay sitios baldíos; incluso revisamos casas que están deshabitadas”, precisó el comisario Daniel Paz, jefe del Centro de Operaciones Policiales de la Unidad Regional Oeste.
Además, adelantó que mañana continuará la búsqueda. “Esta es una causa delicada, se aplica un protocolo y se realizaron todas las diligencias que se consideran necesarias desde el momento en que la familia denunció la desaparición”, resaltó.
Desde un primer momento, todas las sospechas de los familiares de Priscila apuntaron al novio de la joven. En primer lugar, porque advirtieron que este les había dado un nombre falso cuando ella lo presentó en la casa.
Federico Paz, hermano de Priscila, destacó además que el joven ni siquiera se acercó a San Pablo a ofrecer su colaboración en la búsqueda.